¿Cómo actúan los virus en nuestro organismo?

Los investigadores aún no han logrado calcular el número exacto de virus que alberga el cuerpo de una persona sana. Imagen ilustrativa: uam.mx

Durante esta pandemia la palabra ‘virus’ adquirió un significado aún más negativo que antes. No obstante, los virus no solo arruinan nuestras vidas y amenazan a la civilización, sino que también viven dentro de nosotros trabajando para el proceso de la evolución.

Según los científicos, los virus son piezas libres del código genético y para funcionar y reproducirse siempre necesitan penetrar en la célula, integrarse en sus mecanismos.

La diversidad de especies de virus es enorme. Los investigadores aún no han logrado calcular el número exacto de virus que alberga el cuerpo de una persona sana. Sin embargo, según las estimaciones aproximadas, son alrededor de 400 billones de partículas virales por organismo. Esto es aproximadamente diez veces más que la cantidad de bacterias que nos habitan.

Todas las bacterias que viven en una persona están claramente identificadas por la ciencia, pero todo es mucho más complicado con los virus. Es muy difícil identificar incluso la composición aproximada de las especies, ya que regularmente aparecen formas nuevas, explicó a esta agencia Matvei Korovin, profesor asociado del Departamento de Microbiología y Virología de la Universidad Médica Estatal de Siberia. Además, hasta hace poco, los científicos apenas estudiaban los virus no patógenos.

“Aunque la cantidad de virus es enorme, solo una pequeña parte de ellos es realmente peligrosa para los humanos. De acuerdo con las estadísticas, esta cifra generalmente se acerca a cero. Dado que simplemente no notamos los virus inofensivos, nos parece que el mundo de los virus es una especie de mundo de la muerte y la decadencia”, señala Korovin.

Virus defensores

Los científicos explican que los virus son los principales depredadores en el mundo de los microbios y juegan un papel muy importante para la humanidad. Los bacteriófagos, es decir, los virus de las bacterias, son el principal regulador de la cantidad de microorganismos en todos los ecosistemas del planeta, incluso en nuestro cuerpo.

“Si los virus desaparecieran repentinamente, algunas poblaciones de bacterias y otros microbios explotarían, suprimiendo por completo a otras. Para el océano, este sería un problema crítico, ya que las bacterias representan más del 90% del peso de los seres vivos. Y son ellas las que producen aproximadamente la mitad de todo el oxígeno del planeta. Está claro por qué la constancia de sus números es importante”, señala el experto.

De acuerdo con Korovin, los virus bacteriófagos también pueden ayudar cuando los microbios desarrollan resistencia a los antibióticos. Infectar a una persona con ciertos virus inofensivos ayuda a ahuyentar a algunos patógenos peligrosos, afirma el científico.

Por ejemplo, el virus GB tipo C no patógeno humano está asociado con la ralentización en el desarrollo del SIDA en personas infectadas por el VIH. Además, los científicos también han descubierto que las personas con el virus GB tipo C tienen más probabilidades de sobrevivir al contraer el virus del Ébola. Un mecanismo similar fue descubierto en animales. Los investigadores encontraron que los ratones infectados con herpes son menos susceptibles a una serie de infecciones bacterianas, incluidas la peste bubónica y la listeriosis.

Veteranos de nuestro genoma

Toda la historia de nuestra especie está impregnada de la actividad de los virus, y la mayoría de ellos ha tenido tiempo suficiente para remodelar nuestro genoma, convirtiéndose en una parte de él, aseguran los científicos.
Algunos de “nuestros” virus están incrustados directamente en las células, mientras que otros son autónomos y estimulan constantemente el sistema inmunológico.

Como señalan los investigadores, esta modificación genética natural se produce constantemente a lo largo de la evolución.

Algunos virus han logrado adaptarse para trabajar en organismos completamente diferentes. Este fenómeno, a su vez, se usa en la vacunación. Los virus de enfermedades peligrosas que no están adaptadas a los humanos tienen un efecto débil sobre su sistema inmunológico, lo que le permite “familiarizarse” con el patógeno mediante el desarrollo de anticuerpos.

(Sputnik)

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Publicado en Artículos.

Cuba, La Habana. Investigador del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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