Según los científicos, 3 especies de animales desaparecen cada hora y aunque se cree que este dato está exagerado, la extinción es un problema muy serio. La desaparición de especies afecta a los ecosistemas y el equilibrio natural. Afecta tanto como el calentamiento global, no solo es cuestión de moral sino de supervivencia. Mermar el número de una especie hasta la extinción es matar lentamente a nuestro planeta. No podemos permitir que siga ocurriendo.
Además, no solo las especies terrestres desaparecen, sino también las marinas. La contaminación y la caza furtiva son los principales motivos de que esto suceda. Las redes que usan los marineros también atrapan una gran cantidad de animales, es como poner un colador y pasarlo por el mar, muy pocas cosas se escaparían. Una de las especies que se han visto más amenazadas son los tiburones blancos, gracias al terror infundido por la película Jaws o los pésimos documentales de la TV, hubo una gran afición por cazar a estos gloriosos depredadores.
Tiempo atrás, cazar ballenas era un negocio bastante redituable y nadie le ponía un alto. Aunque ahora está prohibido, hay muchos barcos balleneros de diferentes países donde se sigue comercializando productos fabricados con la grasa de los cetáceos. También se cazan diferentes especies por su carne, misma que se utiliza como platillo exótico en muchos países.
Estas prácticas han puesto en peligro a bastantes especies, pero las que leerás a continuación están en un grave peligro, su cantidad se ha reducido exponencialmente y es posible que en algunos años, si falla el esfuerzo de salvarlas, solo queden fotos y videos de su existencia. Sin más, vamos a conocer 6 animales marinos en grave peligro de extinción.
#6 Ballena azul
La ballena azul es el mamífero más grande de todo el planeta. Son unos verdaderos colosos y están por desaparecer. La caza indiscriminada de esta especie comenzó a finales del siglo XIX, antes no se podía, por ser tan difíciles de cazar, pero con la invención del arpón fueron blancos fáciles. Esta caza duró hasta 1966, cuando finalmente se prohibió. Sin embargo, la caza de ballenas ha continuado de forma furtiva. En 2002 el número de ballenas azules había disminuido en un 50% o quizás más. Otro factor que ha mermado su cantidad es el uso de redes de pesca, pero también muchas ballenas chocan con barcos y quedan gravemente heridas. Asimismo, el cada vez mayor ruido marino ha ido alterando su comportamiento y comunicación. A fin de cuentas, es una invasión a su medio ambiente.
#5 Foca fraile
En el siglo XX había tres especies de focas fraile (o focas monje) en el mundo, pero ahora solo quedan dos. La foca fraile del Caribe se extinguió en el transcurso del siglo pasado, la última en verse fue en 1952 y hasta 2008 fue declarada oficialmente extinta. Las otras dos no se encuentran en mejor situación, de la foca fraile del Mediterráneo solo quedan alrededor de 600 y de la especie hawaiana 1100.
Los motivos de su inminente extinción son tanto producto del ser humano como de la propia naturaleza, aunque quizás los naturales fueron propiciados por la humanidad. La cacería indiscriminada redujo considerablemente su número, el cual también es constantemente reducido por la mortandad infantil, los depredadores marinos han continuado haciendo el trabajo del ser humano, pero quizás esto se deba a que se alteró el ecosistema y la existencia de las focas. Hay una gran cantidad de campañas y leyes que las protegen, pero es probable que el daño hecho sea demasiado grande como para salvar a las dos especies restantes.
#4 Tortuga carey
La fabricación y comercialización de productos hechos con tortugas, así como su cacería y consumo, está prohibida a nivel mundial. Sin embargo, en algunos países se les sigue cazando por su carne y sus huevos se siguen recolectando. En el último siglo, su población ha disminuido en un80%. Pero la cacería no es el único motivo por el cual esté en peligro, sino también la destrucción de los corales que constituyen su principal hábitat.
#3 Tortuga lora
Esta es una de las tortugas más raras junto con la tortuga olivácea y ambas están en gran peligro de extinción. Tiene este curioso nombre por el pico, parecido al de los loros. La cacería y la contaminación han disminuido su número de forma extraordinaria. También las redes para camarones las han atrapado. Lamentablemente, en México se usa ilegalmente como material para fabricar botas y su carne para comidas exóticas. Su número ronda entre los 500 ejemplares.
#2 Ballena jorobada
Las magníficas ballenas jorobadas son una de las más asombrosas especies marinas. Es difícil de describir cuando las ves saltando sobre la superficie marina como gigantes danzando y cantando en grupo. Y a pesar de su majestuosidad, fueron víctimas de la caza por mucho tiempo. En 1966, cuando finalmente se prohibió la caza de ballenas, la población de estos cetáceos se había reducido en un 90%. Ahora hay zonas consideradas santuarios y una gran cantidad de leyes mundiales que las protegen. Aún así, la cacería furtiva continúa, aunque en menor medida. Si no se hubiera establecido la prohibición del 66, quizás esta especie estaría ahora extinta, junto a muchas otras tantas.
#1 Vaquita
Esta especie de pequeños cetáceos parecidos a los delfines está en grave peligro de extinción. En 2014 se ha calculado que el número ha descendido a menos de 100 miembros de la especie. De los mamíferos acuáticos, la vaquita es la queencabeza la lista de especies en peligro de extinción. Se encuentran en el Golfo de California y el principal motivo de su cada vez más cercana extinción es el uso de las redes de pesca. Estas las usan especialmente los chinos para cazar al pez totoaba, mismo que también se encuentra en peligro. Actualmente se ha prohibido el uso de las redes en las zonas donde radica el 50% de la población de vaquitas, pero existe otro factor: la depresión endogámica.
La preservación de las especies es ahora responsabilidad del ser humano, nuestra acción e intervención ha destruido hábitats y ecosistemas, hemos cazado sin conciencia alguna y es por eso que ahora debemos retribuir el daño ocasionado. No podremos devolver al mundo las especies con las que acabamos, pero todavía podemos conservar las que nos quedan.
