Guanahacabibes, refugio siempre abierto a las aves migratorias
Unas 200 especies de aves, residentes y migratorias se refugian en ese paraíso terrenal, y de las 28 endémicas de Cuba, 16 habitan allí, entre ellas el zunzuncito, ave más pequeña del mundo; el totí, la cartacuba, el cotunto, gavilán batista y la paloma perdiz
Foto: onlinetours.es
Por MARITZA PADILLA VALDÉS
Cada año por esta época, bandadas de pájaros de multiplicidad de tamaños y colores adornan el cielo de la Península de Guanahacabibes, en un singular espectáculo, al huir de los crudos inviernos del norte y refugiarse en este istmo, uno de los más importantes corredores de aves migratorias de Cuba.
Y es que la posición geográfica de la región, en el límite oeste de la Isla, propicia la llegada de las especies durante su tránsito del norte al sur del continente y en el sentido opuesto, atraídas también por la calidez que le brinda esta Reserva de la Biosfera, además de alimento seguro.
Una vez allí abarcan todo el mosaico vegetal al resguardarse en bosques, vegetación de la costa, manglares y en la flora cenagosa, sitios donde recuperan fuerzas para posteriormente seguir su ruta de emigración.
Osmani Borrego Fernández, especialista principal del Parque Nacional Guanahacabibes, dijo a la ACN que unas 200 especies de aves, residentes y migratorias se refugian en ese paraíso terrenal, y de las 28 endémicas de Cuba, 16 habitan allí, entre ellas el zunzuncito, ave más pequeña del mundo; el totí, la cartacuba, el cotunto, gavilán batista y la paloma perdiz.
Aunque algunas especies se adelantan y arriban en julio, la gran mayoría llegan en octubre, como las pequeñas bijiritas, entre ellas la común, la trepadora, la azul de garganta negra, la candelita y la señorita del monte, y resultan de las ultimas en abandonar ese sitio privilegiado por la naturaleza.
A la región de profusos bosques, acuden también los patos de la Florida, garzas, y las rapaces halcón peregrino, el gavilán bobo y el gavilán cola de tijera, entre otras especies.
Con total permanencia
Con residencia permanente, se puede avistar la paloma perdiz, joya de la avifauna cubana; el tocororo, cartacuba, el carpintero verde y el sijú platanero, ejemplares que también son protegidos por la población de la zona, con una elevada educación ambiental en todas sus comunidades.
El experto se refirió al llamativo hecho de la presencia del pelícano blanco en esa región del extremo occidental cubano, avistado por primera vez en 2014, y la permanencia de los visitantes se ha reportado en la laguna de Caleta Larga y en La laguna de los Caimanes, con un cuerpo de agua profundo.
En los últimos tiempos se han realizado reportes en diferentes puntos entre los poblados de la Fe y Manuel Lazo –aseguró- aunque con menor número de individuos y no en esta época del año- y de acuerdo con investigaciones, su compañía por etapas, responde al impacto del cambio climático.
Más del 50 por ciento de las especies de aves registradas para Cuba son migratorias, en tanto los grupos de mayor importancia por el número de especies y la gran cantidad de individuos arribantes al archipiélago cubano son los patos, las bijiritas, las garzas y las gaviotas.
Las regiones más reveladoras para la permanencia de esas criaturas, por su diversidad y abundancia, son la Península de Guanahacabibes, la Península de Hicacos, Gibara y el archipiélago Sabana-Camagüey.
El parque nacional desarrolla un grupo de programas entre los que sobresalen los referentes a la conservación y manejo de recursos naturales; de investigación y monitoreo; ecoturismo y educación ambiental y Administración.
Ahora sumará un importante estudio relacionado con la población del istmo, condiciones de vida y su relación con el entorno, indagación que correrá a cargo de Borrego Fernández.
El parque, fundado el 14 de diciembre de 2001 mediante el Acuerdo 4262 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba, brinda cobija, además, a 16 especies de anfibios, 35 de reptiles, 18 de mamíferos y 104 de mariposas diurnas y nocturnas, entre otros grupos faunísticos.
Mantiene un estrecho vínculo con la Oficina para el Desarrollo Integral de Guanahacabibes, (ODIG), que constituye la junta de coordinación de la reserva.
Fuente: (ACN).