ACUICULTURA CUBANA. Espirituanos hacen al pez entrar por el aro

Habrá entidades cubanas que no puedan festejar la dicha de haber coronado bien sus ventas, pero los pescadores espirituanos, sí.

Este pescado, fruto de las presas y embalses espirituanos, es como la caña que no le puede faltar a un central para moler todo el tiempo.

Texto y fotos PASTOR BATISTA VALDÉS

No sin causar antes sus ya consabidos daños, la política imperial de bloqueo contra Cuba vuelve a ahogarse en aguas de los embalses espirituanos.

Lejos de cruzar brazos y remos, en alusiva evocación a la pasividad con que algunos aceptan las dificultades y justifican su inercia, directivos y trabajadores de la Empresa Pesquera de Sancti-Spíritus afincaron otra vez botes, redes, transporte e industria para no rendirse mansamente ante volúmenes que, si bien resultaban superiores a los de 2019, podían ser alcanzados.

“Y los hemos logrado”, afirma con satisfacción el joven Orlando De la Cruz Rivadeneira, jefe de producción de la empresa.

Estratégica para asegurar la continuidad del proceso, la producción de alevines cierra diciembre con 33,9 millones (102 por ciento de lo planificado) con sobrecumplimiento en ciprínidos, al registrar más de dos millones por encima del compromiso.

No menos importante, la captura también saltó la cota planificada, al ser extraídas más de 3 500 toneladas de un plan que fijaba 3 440, volumen que a su vez le permitió al colectivo de la industria no solo superar lo previsto, sino también remontar lo logrado durante el calendario anterior.

La industria procesa una amplia gama de productos.

Tal y como ha podido comprobar BOHEMIA en trabajos anteriores relacionados con el tema, tras haberse “armado” de una poderosa infraestructura, que le saca el zumo a la tecnología, al talento humano e incluso a alternativas criollas frente a contingencias, la industria pesquera espirituana conforma una amplia variedad de productos, fundamentales para la comercialización en casillas especializadas o puntos de venta dentro de la provincia, sin renunciar a compromisos con las vertientes del consumo social, con énfasis en sectores como los de Educación y Salud, además del turismo y la exportación, cumplidos en todos los casos.

No por casualidad mientras habrá entidades cubanas que no puedan festejar la dicha de haber coronado bien sus ventas (en todas las monedas), la mencionada empresa cumple también ese indicador.

Muy oportuna resultó la inserción de una línea que posibilita introducir más de una decena de surtidos (filetes de pescado, hamburguesas, chorizos, medallones, croquetas…) en el mercado interno en divisas.

Finalmente, con un plan más alto aún para el 2021, los espirituanos se proponen seguir respondiendo en el mayor grado posible a la siempre creciente demanda de su territorio y continuar aportando materia prima para la elaboración y productos ya conformados a provincias como Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas, La Habana y Ciego de Ávila.

Todo ello, desde luego, requiere pescado. ¿Y de dónde sale? Obviamente, de las presas y embalses. Pero… ¿así como así? Usted y yo sabemos que no. Desde el paciente trabajo con los alevines, hasta las labores de captura, procesamiento y comercialización demandan una verdadera montaña de consagración, de organización y de control sobre recursos (incluido el tiempo).

Por ahí rema el secreto de los resultados… por si alguien desea saberlo.

Fuente: BOHEMIA

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Publicado en Artículos.

Cuba, La Habana. Investigador del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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