Colombia: Mi amigo Mauricio Uribe López

Por Ricardo Correa Robledo

El pasado 24 de diciembre, a eso de la media noche, vi un mensaje de WhatsApp de Mauricio, pensé que era un saludo navideño. Al escucharlo era la voz de Angélica su esposa, me decía que él había fallecido en un accidente. Quedé pasmado. Fue casi imposible dormir y a la mañana siguiente solo su imagen estaba en mi mente. Mauricio era uno de mis mejores amigos.

Antes de conocernos ya sabía de Mauricio Uribe López, pues fue coautor de un excelente documento: el Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2003 Colombia, “El Conflicto, un callejón con salida”. Un trabajo excepcional que hacía un diagnóstico muy acertado del país y en especial de la situación de violencia, y planteaba rutas acertadas para salir de la guerra. Un estudio visionario que más tarde, más de una década después, se hizo realidad en el acuerdo de paz de La Habana, y que sigue teniendo vigencia como guía para encontrar una salida a las guerras que vivimos.

Como en este informe de 510 páginas estaba en algún lado una foto de Mauricio, lo reconocí hace 20 años en un avión de Manizales a Bogotá, lo saludé y me presenté. Me sorprendió su amabilidad y queridura. No sabía que era de Manizales. Esa primera charla fue la cuota inicial de una amistad de muchos años. Después, no sé en qué momento, empezamos a conversar con alguna frecuencia; y en los últimos 10 años nuestra relación se estrechó, se convirtió en uno de mis mejores amigos, una amistad del corazón. Y la verdad no nos veíamos con frecuencia, pues vivíamos en ciudades distintas, pero conversábamos con regularidad; y a partir de los diálogos sobre temas profesionales, sobre la política, el Estado y la sociedad, pasamos a reflexiones sobre la vida, a ser cómplices y depositarios mutuos de dimensiones mucho más profundas que las académicas.

Mauricio tenía una formación de lujo: economista de la Universidad Nacional, máster en economía de la misma institución y doctor en Ciencia Política de FLACSO en México. Profesor en las mejores universidades del país y con una amplia y sólida publicación: libros, ensayos, artículos y columnas de prensa. Su libro La Nación Vetada es reconocido por su gran valor y su ensayo sobre el fascismo y extrema derecha en Colombia es lo mejor en la materia: “A la derecha de la derecha: los ‘Leopardos’ y Gilberto Alzate Avendaño”. En temas de construcción de paz, desarrollo regional, y equidad económico-social, Mauricio era de los estudiosos más sólidos del país.

Desde 2015 y hasta marzo de 2024 compartimos la actividad de escribir sendas columnas quincenales para el periódico La Patria. La mía salía el jueves y la de él al día siguiente. Se generó la rutina de que Mauricio revisaba mi columna y yo la de él. Nuestra primera tarea era pescar gazapos y luego lo conceptual, y en este punto siempre había encuentro de visiones: nos gustaba el centro político, la socialdemocracia y el liberalismo. Repelíamos los extremos, el autoritarismo y el mesianismo. Pero sobre todo, estos últimos nueve años sirvieron para exploraciones conjuntas del alma, de la vida, del corazón. ¡Qué falta la que me hará Mauricio!

Hace dos semanas, en Bogotá, compartimos un largo encuentro, grato a más no poder. Recuerdo su risa y la calidez de su abrazo.

Le mando un abrazo muy especial a Angélica Gutiérrez su esposa y Camila Uribe Gutiérrez, su hija y felicidad.

Fuente: https://juanpaz.net/mi-amigo-mauricio-uribe-lopez/

 

Compartir...
Publicado en Artículos.

Cuba, La Habana. Investigador Titular del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *