En el Día Mundial del Agua 2024, la UNESCO en Santiago entrevistó a Gabriel Mancilla, director ejecutivo del Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (CAZALAC) de la UNESCO.
21 de Marzo de 2024
Última actualización:26 de Marzo de 2024
El Día Mundial del Agua se celebra cada año el 22 de marzo, con el objetivo de centrar la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de estos recursos naturales. Se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua, en apoyo del Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS 6: agua y saneamiento para todos para 2030.
El CAZALAC es una entidad que forma parte del grupo de Centros Categoría II bajo los auspicios de UNESCO. Busca contribuir a la seguridad hídrica en las tierras áridas, semiáridas y subhúmedas de la región de América Latina y el Caribe, en línea con el ODS 6. Con motivo del Día Mundial del Agua, la Oficina Regional Multisectorial de la UNESCO en Santiago entrevistó a su director ejecutivo, el doctor Gabriel Mancilla.
¿Cuáles considera que son los principales desafíos para la gestión sostenible de los recursos de agua dulce en América Latina y el Caribe?
Creo que hay mucha gente consciente de que debe haber una gestión sostenible de los recursos hídricos. No obstante, pareciera que esas personas no están en la toma de decisiones. Esto nos lleva a que la educación y cultura transversal en torno a los recursos hídricos y el agua en su totalidad, es un desafío mayor. También hay una falta de conciencia tendencial, que subyace al paradigma de que el desarrollo y crecimiento debe medirse en capital monetario. Bajo ese marco, se tiende a maximizar y dirigir el uso del agua hacia actividades lucrativas, que no solo emplean el recurso hídrico en grandes cantidades, sino que en forma ineficiente y sin mediar cuidados en torno a la calidad de los efluentes.
Por lo tanto, ese es un desafío aún mayor, que es encontrar las formas y mecanismos para evaluar de manera justa los beneficios ecosistémicos y sociales que implica contar con agua en cantidad y calidad necesaria para preservar los ambientes naturales y el bienestar de las personas, más allá de los meros beneficios económicos. Ese es, además, el verdadero desafío que implica la gestión integral del agua.

