En Nuquí, como una forma de aprovechamiento de este material, surgió la iniciativa de fabricar gafas a partir de tapas y botellas plásticas.
Nicolás Gómez llegó a Nuquí hace 8 años como instructor de buceo. Como le ha sucedido a muchas personas del interior, el Pacífico lo enamoró.
Con el paso del tiempo se fue acercando a las comunidades locales y, dado su amor por el mar, poco a poco empezó a participar de los procesos de promoción de la sostenibilidad en la región. Hace 3 años decidió ayudar a la Red de Reciclaje de Nuquíy se vinculó con logística y algunas donaciones para el combustible y otras necesidades que se tienen para poder aprovechar los desechos, especialmente el plástico.
Esta Red fue creada en 2016 con el apoyo de diversas organizaciones, entre ellas Conservación Internacional Colombia, WWF, Eduardoño, Codechocó, la Asociación de Consejos Comunitarios General Los Riscales, Ekored, Marviva, Agenda del Mar y el propio Municipio de Nuquí.
“Se recoge la basura en las playas, en los corregimientos y en la cabecera municipal de Nuquí, se lleva a un punto de reciclaje, se clasifica y se compacta; pero el problema es que después hay que enviarlo por barco 25 horas hasta buenaventura, por eso se hace demasiado costoso”, explica Nicolás.
Su preocupación por la cantidad de plástico que se va al océano lo llevó a tomar acciones. Basta revisar algunos indicadores para entender la dimensión del problema de los plásticos: Colombia genera 150 mil toneladas de PET al año y más del 30% está en los mares. Además, este material tarda 500 años en degradarse, por lo que reutilizarlo y disminuir su consumo son imperativos ineludibles para reducir su impacto.
Del reciclaje a las gafas
Motivado por la posibilidad de hacer un aprovechamiento real de los desechos plásticos, Nicolás empezó a estudiar opciones y a experimentar con materiales. “Y di con algunos tipos de plástico como el polipropileno y el polietileno; investigando llegué a las gafas y conseguí proveedores de lentes y herrajes”, recuerda.
De esa manera encontró a Fento, una marca que fabrica gafas con materiales no convencionales. Al inicio Nicolás esperaba que Fento fuera uno de sus proveedores, pero la idea le gustó tanto a los propietarios que después de varios acercamientos llegaron a una alianza y ahora la idea de Nicolás es el origen de una nueva línea ecológica de la marca Fento.
El plástico que se recoge en Nuquí se traslada a Medellín, pasa por un proceso de triturado e inyección y luego se transforma en un nuevo producto. En este caso, 15 tapas de botellas terminan convertidas en la montura de unas gafas cómodas y livianas. En la primera colección se fabricaron 600 unidades en 5 colores diferentes.
Cada una de las gafas vendidas contribuye a recolectar 1.25 kg. de basura del océano Pacífico y el proyecto espera aumentar la recolección de residuos plásticos en un 50%en Nuquí.
Las gafas son solo una forma de aprovechar el plástico. La Red de Reciclaje de Nuquí con el apoyo de Nicolás y de muchas otras personas está buscando otras. Finalmente, cada vez que se logra evitar que una botella de plástico llegue al mar será una pequeña victoria para el planeta.
Si te interesa apoyar los océanos y este proyecto, puedes comprar las gafas en kit con la Agenda del Mar en www.agendadelmar.com
