Por Gustavo Arencibia Carballo / garen04@gmail.com
En la celebración del segundo aniversario de su mandato (2014), el presidente Rafael Correa, de Ecuador, en su Informe de gestión al dirigirse al país menciono la frase: ‘‘El futuro del país está en el mar’’, y segunda vez es que escucho esta idea tan dirigida y con tanta fuerza, pues en el pasado XX Congreso de Ciencias y Tecnologías del Mar, celebrado en Los cabos, México en 2013, este renombrado evento esgrimió y acuño el lema: ‘‘El mar, el verdadero territorio ’’.
Creo seria vano mencionar la importancia de estas dos frases, de estas dos ideas, dirigidas a hacer pensar en lo mucho que significan hoy más que nunca los océanos y la zona costera, para el desarrollo de la humanidad, pero muchos y muchas personas, autoridades y gobiernos ignoran los eventos climatologicos mundiales dándonos alertas, indicándonos la imperiosa necesidad de dedicar capital a los objetivos de promover capacidades, investigaciones, transferir tecnologías, buscar incesantemente nuevas aplicaciones de ciencias médicas con sustancias generadas en ese universo marino, y más y más. No podría yo, decirlo todo.
Solo asomemosno a internet y las miles de informaciones sobre el tema, nos ahogaran la existencia, dentro de un llamado de alerta de los procesos ambientales que afectan y ponen en peligro la vida en las zonas costeras. Hoy los Tsunamis tienen otra envergadura y particularidades que hace varias décadas, lo mismo que los huracanes, que no es frecuencia, sino intensidad. Caracteristica, la cual puede traducirse en muchas vidas humanas en riesgo, en recursos perdidos y tantas otras cosas bellas en peligro, las cuales serían imposible nombrar. Recordemos el último Tsunami de 2011.
Por otra parte el petróleo se va agotando, no está cercano el día, pero tampoco extremadamente lejos y la explotación cada vez es una búsqueda de este energético a mayor profundidad, dando preocupación por lo que significa un real riesgo a desastres.
No es la mentalidad de esta época y este mundo, sobre todo en América la misma de hace 50 años, hoy la Gran Patria como dice Correa está más preparada que nunca y tiene ante sí un reto vital, por hacer de sus recursos una razón de desarrollo para sus naciones.
Sin agobiar, sin ánimos de disertar innecesariamente convoco a pensar en estas cuestiones.
A los que hacemos ciencias, nos queda solo enfocar una obligación, más que una invitación o un pensamiento, nos queda el deber de enfocar nuestros resultados de estudios en estas ideas. No es difícil, créanmelo, es dar lo máximo y pensar en integración local a las instituciones científicas, y olvidar egoísmo, dar dedicación, y motivar las alianzas para que detrás de cada publicación, informe o presentación venga el consabido efecto multiplicador de conocimientos que haga a todos comprender que esa idea, esa frase: El mar el verdadero territorio, El futuro del país está en el mar.
