La tecnología nuclear permite optimizar la gestión del agua a través de los isótopos moleculares

El Gobierno francés enumeró el miércoles una serie de medidas para hacer frente a las sequías, cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Entre las medidas propuestas figura la democratización de la reutilización de las aguas residuales para riego o regadío. Esta técnica sigue retrasada en Francia, a pesar de un nuevo impulso en los últimos meses.
30/01/2023 –


Un estanque artificial se utiliza para regar campos de maíz en Isla Jourdain, suroeste de Francia, en 2020.
Un estanque artificial se utiliza para regar campos de maíz en Isla Jourdain, suroeste de Francia, en 2020. © Lionel Bonaventure, AFP
Texto por: Cyrielle Cabot
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Con nueve meses de sequía, un 25% menos de lluvia de lo normal y un año récord de calor, 2022 se consideró una llamada de atención para el Gobierno francés. Mientras que a mediados de agosto 700 municipios se veían afectados por problemas de abastecimiento de agua, algunos ríos y capas freáticas seguían luchando en diciembre por volver a niveles cercanos a los normales.

“Los niveles de aguas subterráneas en diciembre fueron insatisfactorios. Las precipitaciones infiltradas durante el otoño son muy insuficientes para compensar los déficits acumulados durante el año 2022 y mejorar el estado de las aguas subterráneas a largo plazo”, advirtió a principios de enero la Oficina de Investigación Geológica y Minera (BRGM), que consideró la situación “preocupante”. Para la organización, la constatación es clara: sólo un tiempo lluvioso y frío hasta el comienzo de la primavera podría permitir reponer reservas de agua suficientes antes del verano. De lo contrario, el escenario de 2022 bien podría repetirse en 2023.

Para hacer frente a esta situación, que probablemente se repetirá en cualquier caso debido al cambio climático, el Gobierno quiere ahora anticiparse. El 25 de enero, el Ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, reveló en el diario ‘Le Parisien’ las líneas maestras de un “plan nacional del agua” destinado a revisar por completo la estrategia de gestión del agua en Francia. “Habrá un antes y un después del verano de 2022”, dijo el ministro.
En esta fotografía tomada el 19 de octubre de 2022, el agricultor Christian Bonal muestra astillas de madera de fresno para usar en establos, en Saint-Côme-d’Olt, suroeste de Francia.Según la Oficina de Investigación Geológica, las precipitaciones infiltradas durante el otoño son muy insuficientes para compensar los déficits acumulados durante el año 2022 y mejorar el estado de las capas freáticas a largo plazo.
En esta fotografía tomada el 19 de octubre de 2022, el agricultor Christian Bonal muestra astillas de madera de fresno para usar en establos, en Saint-Côme-d’Olt, suroeste de Francia.Según la Oficina de Investigación Geológica, las precipitaciones infiltradas durante el otoño son muy insuficientes para compensar los déficits acumulados durante el año 2022 y mejorar el estado de las capas freáticas a largo plazo. © AFP – Charly triballeau

Entre los ámbitos previstos figuran las medidas de sobriedad para reducir las extracciones de aguas subterráneas, la lucha contra las fugas y una mejor reutilización de las aguas residuales, práctica que consiste en reutilizar el agua directamente desde una depuradora sin devolverla al medio natural.

Para Julie Mendret, investigadora del Instituto de Membranas de la Universidad de Montpellier, que trabaja en la reutilización de aguas residuales, esta práctica debe generalizarse para una mejor gestión del agua, pero debe seguir siendo “caso por caso”.

France 24: ¿Qué opina Francia de la reutilización de aguas residuales?

Julie Mendret: “Francia va a la zaga de otros países, con menos del 1% de las aguas residuales reutilizadas. En España, la cifra es del 15%. En Italia es del 8%. Y en Israel, pionero en este campo, supera el 80%.

Pero la situación ha cambiado en los últimos meses. Aunque Francia ha utilizado principalmente esta técnica para el riego agrícola y el riego de espacios verdes, especialmente campos de golf (según el balance elaborado en 2017 por Cerema, el 60% de los casos fueron para riego y el 26% para campos de golf, nota del editor) desde marzo de 2022, un decreto permite explorar también usos urbanos, como la limpieza de carreteras o la extinción de incendios.

Francia también acoge un proyecto piloto en Europa, el proyecto Jourdain, situado en la Vendée. En lugar de verterse al mar, parte del agua de la depuradora de Sables-d’Olonne se recuperará y tratará antes de reinyectarse en un embalse. Esta masa de agua servirá entonces como recurso para la cercana planta de tratamiento de agua potable.

La sequía de 2022 ha reforzado el hecho de que ahora debemos pensar en nuevas formas de gestionar nuestros recursos hídricos. Y la reutilización de las aguas residuales parece ser ahora una solución de futuro.

¿Cómo funciona la reutilización de aguas residuales?

Para entenderlo, primerFuente: o debemos recordar cómo funciona el llamado “pequeño ciclo del agua”. Normalmente, el agua dulce se bombea de nuestras aguas subterráneas, se trata en las llamadas plantas potabilizadoras y luego se utiliza. Una vez utilizada, es recogida por las depuradoras, tratada de nuevo y vertida a un medio natural, normalmente el mar o los ríos.

Cuando se decide reutilizar las aguas residuales, se les da un nuevo uso en lugar de verterlas. En función de su uso, puede recibir o no un tratamiento adicional para garantizar su calidad. Este será el caso, por ejemplo, si se va a utilizar para regar huertas con frutas u hortalizas que puedan consumirse crudas. En cambio, puede no ser necesario si el agua se utiliza en un lugar poco frecuentado por el público.

Sin embargo, el vertido de aguas residuales garantiza en algunos casos un caudal suficiente en los ríos… ¿Debe generalizarse esta práctica en toda Francia?

No, es esencial actuar caso por caso porque la reutilización de las aguas residuales no es pertinente en todas partes. Es una práctica especialmente coherente en las zonas costeras porque da un nuevo uso al agua dulce en lugar de verterla en el agua salada del mar. Además, cuanta más presión se ejerza sobre las aguas subterráneas de estas zonas, más probable será que se produzca una intrusión salina (la intrusión de agua salada bajo el agua dulce), lo que reducirá aún más el acceso al agua dulce.

El reciclaje del agua dulce también puede ser muy relevante cuando se evita verterla en entornos sensibles. Es el caso de Noirmoutier, en la Vendée, por ejemplo. Los agricultores ya utilizan esta práctica sobre todo porque preserva los estanques marisqueros situados en las proximidades.

En las zonas continentales, sin embargo, es más complejo. En algunos ríos, parte del caudal procede del vertido de aguas residuales de las depuradoras. Si se reduce la cantidad de agua, sobre todo en caso de sequía, esto puede tener consecuencias para el nivel del curso de agua y, por tanto, para los ecosistemas. En estos casos, la reutilización de las aguas residuales no es, desde luego, la solución preferida.

Por último, desde un punto de vista más práctico, es importante determinar qué uso se quiere dar al agua reutilizada. El lugar que se beneficiará de ella debe estar cerca de la planta de tratamiento, ya que transportar el agua es demasiado caro.

¿Cuáles son los obstáculos que aún impiden generalizar esta práctica?

La aceptación social sigue siendo un problema importante. Todavía hay muchas ideas equivocadas sobre la reutilización de las aguas residuales, sobre todo por falta de conocimientos. Es esencial que las partes interesadas sigan comunicándose sobre este tema para deshacerse de ideas erróneas y educar. Sobre todo porque, como hemos mencionado, el agua que sale de las plantas es de buena calidad y nunca se ha dado ningún caso de contaminación con aguas residuales depuradas reutilizadas.

La normativa también puede ser un obstáculo porque sigue siendo bastante pesada y exige procedimientos a menudo muy largos. Para los jefes de proyecto esto puede ser bastante desalentador. Pero a pesar de todo, contar con este marco regulador claro es necesario: es la garantía de que la práctica está supervisada y es segura, sobre todo para nuestra salud.

Por último, a diferencia de otros países, los agricultores franceses siguen teniendo acceso a recursos convencionales más baratos que el agua reutilizada, recurriendo a perforaciones o al agua de los ríos. Por tanto, existe una lógica económica que les incita a no favorecer esta técnica. También es importante que avancemos en esta cuestión para que la reutilización del agua resulte más atractiva.

En resumen, ¿puede la reutilización de aguas residuales ser una especie de solución milagrosa en este plan contra la sequía?

Debemos evitar a toda costa crear un “efecto rebote”. Porque al generalizar el reciclado de las aguas residuales, podríamos dar la falsa impresión de una nueva abundancia de recursos hídricos. Obviamente, este no es el caso. Es realmente necesario combinar la democratización de estos nuevos usos de las aguas residuales tratadas con medidas de sobriedad. La principal solución para aliviar la presión sobre nuestras capas freáticas es extraer menos agua de ellas.

*Entrevista adaptada de su original en francés

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Cuba, La Habana. Investigador Titular del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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