Ciguatoxinas

Resumen
Las ciguatoxinas (CTX) son unas toxinas producidas por las microalgas dinoflageladas Gambierdiscus toxicus, que se acumulan en los pescados y mariscos de aguas tropicales que se alimentan de dichas algas. Las personas que comen pescado o marisco con ciguatoxinas pueden sufrir una intoxicación alimentaria denominada ciguatera (CFP), que en la actualidad está considerada como la intoxicación por biotoxinas marinas más común a nivel mundial.


A pesar de que estas algas habitan en aguas cálidas, debido al calentamiento global de los océanos y mares, cada vez son más frecuentes en zonas templadas. Además del cambio climático, la globalización del comercio también aumenta la presencia de ciguatoxinas en Europa, por lo que la ciguatera está considerando un riesgo emergente para la salud humana en los países de la Unión Europea.

La ciguatera presenta una gran variedad de síntomas con efectos gastrointestinales, cardiovasculares y neurológicos y afecta de 10.000 a 50.000 personas al año en todo el mundo, aunque se estima que solo se notifican entre el 2 y el 10% de los casos, por lo que su incidencia real se considera mucho mayor.


En los últimos años han aumentado los brotes de ciguatera, por lo que la Comisión Europea ha recomendado a los Estados

miembros que incluyan la ciguatera como riesgo emergente en sus programas de Gestión de Riesgos. Como consecuencia, en las zonas endémicas afectadas ha sido prohibida la captura de muchas especies, lo que conlleva implicaciones para la seguridad alimentaria y para el sector pesquero.


Las ciguatoxinas son termoestables, por lo que no se eliminan al cocinarlas, ni tampoco es efectiva la congelación ni la depuración de los peces y mariscos contaminados. Además, son incoloras, inodoras e insípidas, lo que dificulta su detección en los alimentos.


Las ciguatoxinas (CTX) son unas toxinas producidas por los dinoflageladas Gambierdiscus toxicus, microalgas que habitan en aguas tropicales de los arrecifes de coral generalmente muertos. Los peces de las regiones tropicales y subtropicales del mundo acumulan estas toxinas al alimentarse de peces más
pequeños de arrecife de coral y mariscos, que a su vez se alimentan de los dinoflagalados. Se han aislado más de 20 tipos de ciguatoxinas y se conocen más de 400 especies de peces vectores de dichas biotoxinas.


Las CTXs entran en la cadena alimentaria humana al consumir pescados y mariscos que acumulan estas toxinas en su interior, cuando se encuentran presentes en los peces en concentraciones de aproximadamente 0,1 μg / kg o más, provocando la intoxicación alimentaria denominada “Ciguatera” (CFP).
Como la mayoría de las toxinas marinas, las CTXs son termoestables y siguen siendo tóxicas después de cocinar. La depuración tampoco es efectiva, ya que el tejido de los peces contaminados puede permanecer tóxico durante años.

La ciguatera es endémica en regiones tropicales y subtropicales del mundo. En zonas templadas como Europa se han producido brotes aislados de forma esporádica, pero con una frecuencia cada vez mayor. El cambio climático, la frecuencia de tormentas y huracanes, y el aumento de la temperatura de la superficie del mar impactan directamente en la distribución y proliferación de las ciguatoxinas, haciendo que la aparición de CFP sea menos predecible.


Los alimentos de mayor riesgo de contaminación por las ciguatoxinas son las especies de pescados de gran tamaño tales como, pez limón/seriola, pargo, salmonete, morena, mero, abadejo, pez espada y jurel, entre otros.


La FAO establece que hay más de 400 especies de peces que pueden ser vectores de ciguatera en las regiones tropicales y subtropicales del Océano Pacífico e Índico y en las regiones tropicales del Caribe.


En el siguiente link se puede encontrar un listado de los pescados asociados con ciguatera:


Toxicidad
La intoxicación alimentaria causada por la ingesta de pescado contaminado con ciguatoxinas se denomina Ciguatera (CFP), considerada internacionalmente el tipo más común de intoxicación alimentaria por biotoxinas marinas en la
actualidad.


No obstante, es una enfermedad de bajo riesgo (tasa mortalidad: 1%), que cursa con una variedad de síntomas gastrointestinales, cardiovasculares y neurológicos, que suelen aparecer entre los 10 minutos y hasta 24 horas después
de la ingestión del pescado contaminado.


Síntomas gastrointestinales: Dolor abdominal, náuseas, vómitos, deshidratación y diarrea intensa.
Síntomas cardiovasculares: Pulso irregular, hipotensión arterial y bradicardia.

Síntomas neurológicos: Alodinia (dolor quemante causado por un estímulo moderadamente frío, normalmente inocuo), picores, disestesia, pérdida de sensibilidad en las extremidades (hormigueo). Los efectos neurológicos pueden durar semanas o incluso años.


Otros síntomas: Sensación de debilidad generalizada continua, dolor en los músculos y articulaciones, dolores de cabeza, mareos, temblores y sudoración
excesiva.

No hay un antídoto/antitoxina para dichas toxinas, pero existen tratamientos para paliar los síntomas. Algunas personas se ven afectadas por problemas de salud durante años después de la intoxicación.

Aunque los datos en personas permitieron la identificación de un LOAEL de 50 pg / kg de peso corporal CTX1B, las incertidumbres observadas no permiten la derivación de una dosis de referencia aguda en la reciente evaluación de los
expertos de FAO/OMS.


Incidencia ciguatera La ciguatera afecta de 10.000 a 50.000 personas al año en todo el mundo. El CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades) estima que solo entre el 2-10% de los casos reales son notificados. En general, el diagnóstico y la notificación son insuficientes, lo que dificulta conocer la
verdadera incidencia mundial de las enfermedades relacionadas con las toxinas marinas. De cualquier manera, en la actualidad se considera que la ciguatera es el tipo más común de intoxicación alimentaria por biotoxinas marinas en todo el
mundo.

Imagen 1: Distribución mundial de la intoxicación alimentaria por ciguatera. Fuente: AESAN- Proyecto EuroCigua
Casos de intoxicaciones
Presencia de microalgas Gambierdiscus ssp

Desde 2008, se han registrado varios casos de intoxicación alimentaria por ciguatera en algunos Estados miembros, generalmente en viajeros procedentes de países endémicos.


También se han registrado casos autóctonos y varios brotes de la enfermedad en Madeira y en las Islas Canarias, lo cual asciende a más de un centenar de casos en los últimos 6 años.


En el caso de Madeira, se notificó un brote de ciguatera en 2008 debido al consumo de pez ámbar (Seriola) capturado en aguas locales. Además, algunos estudios han identificado la presencia de las microalgas productoras de ciguatoxina (Gambierdiscus spp) en aguas que rodean las Islas Canarias,
Madeira y otras aguas mediterráneas cercanas a las Islas Baleares. No obstante, aún existen muchas lagunas en el conocimiento sobre su prevalencia y el tipo de toxina que producen.


Entre 2012 y 2019, cuatro Estados miembros notificaron 34 brotes y 209 casos:
España y Portugal notificaron brotes debidos al consumo de pescado capturado en las Islas Canarias y Madeira (brotes autóctonos).


Alemania y Francia informaron de brotes debidos al consumo de pescado importado de fuera de la UE (brotes importados).

España, Alemania y Francia notificaron brotes en viajeros a zonas endémicas tropicales (brotes relacionados con viajes).

Imagen 2: Distribución de brotes de ciguatera notificados en Europa desde 2012 hasta 2019.

DATOS EUROPEOS (EFSA 2021- Incidence and epidemiological characteristics of ciguatera cases in Europe) La tasa de incidencia en la Unión Europea es muy baja (0,0054 casos/ por 100.000 habitantes / año).


Sin embargo, las Islas Canarias constituyen la zona que

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Publicado en Ciguatera.

Cuba, La Habana. Investigador Titular del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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