En mi país es una costumbre generalizada poner un cesto y envolver en bolsa de plástico papeles con restos de excremento. Lo cual es absurdo pues así es la manera perfecta de que un material perfectamente desechable no se desintegre.
He tratado de educar a la gente explicando que el papel está diseñado para desintegrarse en el agua a los pocos segundos pero es predicar en el desierto: muchos mexicanos estan convencidos totalmente de que eso tapa las tuberías.
En mi casa ni siquiera tengo cesto de basura del baño, para que nadie se sienta tentado a tirar en él papeles sucios.