Efecto del ruido en los invertebrados marinos

Una investigación científica internacional demuestra que la contaminación acústica afecta seriamente a muchos invertebrados

El ruido derivado de las actividades humanas en el mar perjudica a los invertebrados marinos y a los ecosistemas oceánicos. Así lo demuestra un estudio científico internacional liderado por el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya – Barcelona Tech (UPC), que indica que la contaminación acústica en el mar puede causar incluso la muerto de algunas especies marinas.

En las últimas décadas se ha estudiado la sensibilidad al ruido de los mamíferos marinos –especialmente de los cetáceos y de los pinnípedos- y de los peces, porque se sabe que poseen órganos auditivos. Los estudios recientes han revelado que una gran diversidad de invertebrados también es sensible a los sonidos, especialmente a través de órganos sensoriales, una función que les permite mantener el equilibrio en la columna de agua y percibir la gravedad. Los invertebrados marinos no solo representan la proporción más grande de la biomasa marina y unos indicadores de la salud de los océanos, sino que muchas de estas especies también tienen valores socioeconómicos importantes.

 

 

Cangrejo ermitaño Dardanus Calidus, susceptible a la contaminación acústica

 

El equipo de científicos, formado por investigadores del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) y de otras universidades y centros de investigación de Australia, España, Estados Unidos, Francia, Japón, Italia, Nueva Zelanda y Reino Unido, ha revisado centenares de estudios sobre el impacto del ruido en los invertebrados marinos –como cangrejos, moluscos, calamares, gambas y gusanos- y ha concluido que el ruido antropogénico (derivado de la actividad humana) está perjudicando estas especies de muchas maneras, desde el nivel celular hasta los ecosistemas enteros.

“Muchas personas se sorprenden de descubrir que los invertebrados incluso pueden percibir sonidos, pero, de hecho, el sonido es fundamental para su supervivencia”, explica Marta Solé, investigadora del LAB, vinculado a la Escuela Politécnica de Vilanova i la Geltrú (EPSEVG).

Muchas personas se sorprenden de descubrir que los invertebrados incluso pueden percibir sonidos, pero, de hecho, el sonido es fundamental para su supervivencia
Marta Solé Investigadora del LAB – Escule Politécnica de Vilanova i la Geltrú (EPSEVG)
Solé especifica que, así como “la luz no viaja fácilmente bajo el agua, el sonido sí que lo hace, y los invertebrados utilizan el sonido para sus actividades vitales (comunicación interespecífica, detección de depredadores, reproducción…) Las actividades humanas, especialmente el transporte marítimo, están cambiando el paisaje sonoro oceánico muy rápidamente, y este estudio reúne las últimas evidencias sobre estos impactos”. Los barcos son las principales fuentes de ruido marino, pero la amplia gama de otras actividades, como la perforación, el dragado y el sónar, también causan ruido y esto afecta el equilibrio natural de los océanos.

Imagen del cangrejo ermitaño dentro de un entorno recreado para la investigación

Anomalías y mortalidad

Los múltiples impactos de esta contaminación acústica sobre los invertebrados son el retraso en la eclosión y el desarrollo de los huevos, el aumento significativo de las anomalías y la tasa de mortalidad entre larvas de crustáceos, bivalvos (por ejemplo, mejillones y ostras), gasterópodos (como los caracoles) y cefalópodos (como las sepias y calamares).

Así mismo, los sonidos de baja frecuencia como los causados, por ejemplo, por las explosiones submarinas, pueden causar lesiones e incluso la muerte en cangrejos azules. Además, la exposición a largo plazo de estas especies al ruido también afecta su comportamiento: los sonidos de los barcos limitan la capacidad de los cangrejos de costa a cambiar de color para camuflarse, según el equipo de científicos.

Células sensoriales con las que captan el ruido del entorno marino

También se ha descubierto que, a causa de la exposición al sonido, la sepia comuna mediterránea cambia el contenido de proteínas, afectando sobre todo las estructurales y las relacionadas con el estrés. En el mismo estudio se recogen trabajos que demuestran cambios fisiológicos en algunas especies, como la reducción significativa de la tasa de crecimiento y de reproducción, un aumento de la tasa de agresividad y mortalidad, y una reducción de la ingesta de alimentos.

Otros estudios recientes han revelado que una amplia gama de invertebrados es sensible a los sonidos especialmente a través de los estatocistos (receptores internos equivalentes a los oídos), órganos sensoriales que tienen la función de permitir mantener el equilibrio en la columna de agua y percibir la gravedad.

¿Cómo producen y detectan el sonido los invertebrados?

El sonido viaja unas cinco veces más rápido en el agua (unos 1.500 metros por segundo) que en el aire (unos 340 metros por segundo) porque la densidad del agua es más grande y también se atenúa menos en la misma distancia. Los invertebrados pueden detectar el sonido submarino a través de tres tipos de sistemas sensoriales: receptores ciliados que tienen en la superficie corporal, estatocistos y órganos diversos, asociados a las articulaciones de las patas y de las antenas de los crustáceos que detectan las vibraciones.

Estas especies también pueden producir sonidos: desde la “tos” en el caso de las vieiras, hasta la estridulación, el sonido que producen las langostas, las cigalas, las gambas y los cangrejos cuando friegan las partes del cuerpo (como si fueran cuerdas de un violín) y que hacen servir posiblemente para alejar a los depredadores. El estudio, titulado Marine invertebrates and noise, se ha publicado en la revista científica Frontiers in Marine Science y recoge todas estas formas de producción y percepción del sonido propias de los invertebrados, así como las diferentes técnicas usadas para su análisis. Además, identifica lagunas científicas sobre la tolerancia al ruido de los ecosistemas marinos, por lo que concluye que es necesario investigar más en este ámbito.

Información de: https://www.lavanguardia.com/

Compartir...
Publicado en Arthropoda, Artículos, Ecología.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *