Luego de un arduo debate que se extendió durante 45 días, la reforma de la Ley Federal de Pesca en Argentina que impulsó el gobierno nacional no encontró respaldo legislativo en el Congreso y fue retirada.
Fue vital para que eso suceda la activa postura de la industria pesquera que mantuvo continuas reuniones con funcionarios y legisladores a los fines de exponer sus argumentos sobre los
graves efectos negativos de esa reforma podría tener para el sector, en particular, en lo que respecta a la licitación de cuotas de capturas.
Dentro de ese contexto, CeDePesca apuntaló los argumentos del sector pesquero con informes y documentación que exponían la inconveniencia de los cambios propuestos, los cuales fueron
enviados a la totalidad de los diputados y senadores, así como al nuevo Subsecretario de Pesca.
“Se intentó mostrar al sector pesquero como un grupo de lobistas que quieren pescar sin pagar nada y que tienen un coto cerrado en el que no puede entrar nadie”, comentó el director de CeDePesca, Ernesto Godelman. “Basados en ese argumento quisieron barajar y dar de nuevo licitando las cuotas de pesca vigentes”.
Durante el debate quedó claro que la industria pesquera argentina tiene una carga de impuestos de entre el 35 y el 40% sobre el valor exportado, sin contar el impuesto de facto representado
por un valor oficial del dólar muy por debajo del real. Se demostró asimismo que sólo entre derechos de extracción y derechos de exportación, la industria paga al Estado en promedio un valor superior al 12% del valor del pescado en muelle, muy superior al país que más derechos de pesca cobra en el mundo (Islandia) con un rango entre el 3 y el 9% dependiendo de la especie.
Asimismo, se demostró que, si bien es necesario cerrar el acceso y no permitir la emisión de nuevos permisos de pesca para asegurar la sustentabilidad de los recursos, es plenamente
posible que se incorporen actores nuevos si compran los derechos existentes, y de hecho se han incorporado muchos nuevos actores en los últimos 20 años.
Por último, se explicó que no es posible reiniciar toda una industria en plena actividad mediante una licitación donde no pueden jugar en igualdad de condiciones postores PYME y grandes
corporaciones internacionales, y que el despojo de derechos consiguiente traería aparejado conflictos judiciales y extrajudiciales.
El intenso trabajo que CeDePesca realizó durante este tiempo tuvo una destacada aceptación y reconocimiento de todos los actores de la industria pesquera argentina y la decisión de retirar
el proyecto llevó cierto alivio al sector.
Sin embargo, declaraciones públicas posteriores del propio presidente y su principal asesor económico restablecieron la incertidumbre por el futuro del sector y obligan a reforzar el
arsenal argumentativo para evitar sorpresas futuras.
