El cambio climático Si no reforestamos bien, la cura puede ser peor “El simple hecho de plantar árboles en las tierras del fondo forestal, sin un cuidado posterior durante un período de diez o hasta 30 años, no producirá un efecto adicional significativo (…) Un bosque puede crecer por sí solo”, dijo Ptíchnikov en una mesa redonda en la Cámara Pública rusa

Una reforestación a gran escala que incluya árboles de un solo tipo o que no tenga previsto un cuidado de los árboles plantados, no podrá impedir el cambio climático, pero además puede resultar peligrosa, afirmó Andréi Ptíchnikov, investigador jefe del Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias rusa.

Actualmente en las redes sociales y los medios de comunicación se debate activamente la plantación masiva de árboles como medida para combatir el cambio climático, ya que las plantas absorben el CO2 de la atmósfera y de esa forma reducen la velocidad del calentamiento global.

“El simple hecho de plantar árboles en las tierras del fondo forestal, sin un cuidado posterior durante un período de diez o hasta 30 años, no producirá un efecto adicional significativo (…) Un bosque puede crecer por sí solo”, dijo Ptíchnikov en una mesa redonda en la Cámara Pública rusa.

Según el experto, además cualquier reforestación basada en una única familia de plantas perjudica el equilibrio biológico de una zona y atenta contra su ecología, y recordó que todo proyecto que se persiga plasmar en la esfera biológica no solo debe perseguir metas relacionadas con el clima, sino además tiene que respetar la biodiversidad de cada territorio concreto.

Ptíchnikov criticó ante todo los planes del Ministerio de Educación y Ciencia de cultivar en Rusia especies de plantas extranjeras que supuestamente absorben mucho CO2 de la atmósfera, agregando que se trata de una iniciativa propagandística y de “un proyecto del que no vale la pena ni hablar”.

El árbol propuesto por el ministerio se denomina Paulowniaceae, una planta de hojas caducas, pero que en los países con un clima tropical se mantiene verde durante todo el año.

Las pauloniáceas son oriundas de China, pero además pueden observarse en Laos, Vietnam y en todas las zonas con cultivos agrícolas del este de Asia, incluido Japón.​

Los científicos afirman que últimamente los proyectos de reforestación representan hasta un 45% de los planes generados para frenar el proceso de calentamiento global.

Sin embargo, un estudio publicado en septiembre en la revista Nature muestra que la capacidad de la reforestación de mitigar los cambios climáticos es más o menos un 11% más baja que la determinada en los cálculos anteriores.

Las tierras que dejarán de utilizarse para pastos podrían volver a convertirse en bosques, asegura la investigación, y lo harían sin ningún esfuerzo adicional por parte del ser humano.

Fuente: sputniknews

 

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Publicado en Artículos.

Cuba, La Habana. Investigador del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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