Familia cubana en Matanzas crea en su casa su propia fábrica para construir bancos, cestos y sillones de plástico reciclado

La familia Soto produce todo tipo de indumentaria para la playa empleando una mezcladora industrial y trozos de sillas playeras, jeringas desechadas o viejos casetes de video.

Con los Soto a la cabeza, la Cooperativa Atres inició su producción en 2014 fabricando mobiliario y, ante la falta de materia prima, en 2017 decidieron buscar alternativas. Ahora producen bancos de parque, pasarelas para proteger las dunas, cestos y sillones a partir de la llamada ecomadera, a base de plásticos. El emprendimiento cubano sigue introduciéndose en el uso de las tecnologías “verdes”, convirtiendo el reciclaje en la base de sus procesos.

Producen bancos de parque, pasarelas para proteger las dunas, cestos y sillones a partir de la llamada ecomadera.

 

Hasta la década pasado, el Gobierno cubano era el responsable de decidir todo lo relacionado con el reciclaje, incluso cuando el país implantó una política de Estado en materia de gestión ambiental desde los años 90. Sin embargo, el sector privado lleva varios años sumándose activamente al cuidado medioambiental.

El presidente de la entidad, José Antonio Soto, de 62 años, comentó a The Associated Press que llevan dos años trabajando la línea de la ecomadera.

Con 98 miembros en la provincia de Matanzas, la cooperativa adaptó equipos en desuso y solicitó la ocupación de naves industriales abandonadas para emplazar la base de las operaciones, como mostró el hijo de José Antonio, quien se llama igual y es ingeniero informático.

El joven de 35 años explicó que principalmente venden sus muebles, barandas y pasarelas o puentes de playa a las administraciones provinciales o a hoteles, al ver que este material no se deteriora tan rápidamente por la acción del salitre, el sol y la humedad.

Las autoridades cubanas iniciaron en 2010 un proceso de apertura gradual a las cooperativas y pequeños negocios privados luego de muchos años tener permanentemente estigmatizada a la iniciativa particular. En la actualidad, la isla cuenta con cientos de cooperativas y más de 600.000 emprendedores, abarcando cada vez más renglones de la economía.

Todas las producciones de ecomadera se hacen a partir de plásticos reciclados

Todas las producciones de ecomadera se hacen a partir de plásticos reciclados

La tendencia al uso las tecnologías ecológicas se ha hecho más frecuente en Cuba, aunque aún se mantiene como un rasgo incipiente, promoviendo campañas de recolección de basura en áreas públicas del país, las recicladoras de papel, así como la recogida de botellas plásticas de salones de belleza privados.

Uno de los directores del Fondo de Defensa Ambiental con sede en Estados Unidos, Daniel Whittle, señaló a AP que resulta esencial producir bienes y servicios de una manera ambientalmente sostenible para el sector privado emergente. Especialmente en momentos de crisis, donde las materias primas escasean o no están disponibles, es que se ven cada vez más los usos creativos del plástico, ropa vieja y otros materiales reciclados.

El potencial de los emprendedores ambientales, según Whittle, es “enorme”, recordando la feria de productos y servicios socioambientales que realizó en noviembre de 2020 la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre.

Greta Tilán Piedra, de 29 años, mencionó a AP que sienten que tienen un compromiso con tener una responsabilidad medioambiental. Tilán Piedra creó en 2017, en su apartamento en La Habana, un laboratorio de fabricación de aceites para el cuerpo, esencias y productos para el cabello, utilizando materias primas típicas de la cocina cubana.

 

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Publicado en Artículos.

Cuba, La Habana. Investigador Titular del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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