Detectados positivos en 143 de los 255 centros, entre privados y públicos, que hay en la ciudad.
En Barcelona, desde el 15 de marzo, han muerto por coronavirus 213 personas, de las cuales 54 eran ancianos que estaban en alguna de las 255 residencias, entre públicas y privadas, que hay en la ciudad, que suman a unos 20.000 usuarios. En 143 de ellas, más de la mitad, se ha detectado por lo menos un caso de positivo por covid-19. La alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, ha ofrecido los datos en una comparecencia que ha hecho este viernes para instar a la Generalitat a que aporte más recursos a las residencias, tanto materiales como de personal, y para denunciar que el Govern de Quim Torra las está descuidando. En toda Catalunya, informó el jueves el Ejecutivo catalán, 150 personas han muerto en residencias.
En un comunicado emitido horas antes por el consistorio, se afirma que los testimonios recibidos por parte de personas conocedoras de la situación de las residencias “constatan una situación de abandono por parte del Departamento de Treball, Afers Socials i Famílies”. En definitiva, una acusación de envergadura que supone otro paso en el pulso entre administraciones que el ayuntamiento y la Generalitat ya han mantenido a cuenta de la obra pública, detenida hace 10 días por la Administración barcelonesa y este mismo viernes, después de un amago previo, por el Ejecutivo catalán.
Mensajes inquietantes
“Hace días que estamos preocupados por la situación de las residencias. Es una situación es crítica. Son un equipamiento sensible, de un colectivo de riesgo, al que debe prestarse la máxima atención”, ha afirmado Colau, que ha recordado que la competencia sobre esta cuestión corresponde a la Generalitat, pese a que también el consistorio tiene residencias, cuatro en total. “Nos preocupa que hace días que nos llegan mensajes pidiendo ayuda por falta de material, de profesionales, de información a familiares sobre sus mayores confinados”, ha añadido.