La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) ha hecho un llamamiento a los países y gobiernos del Mediterráneo para que refuercen la protección, nacional y transnacional, de las tortugas marinas en el Mare Nostrum.
El organismo conservacionista ha publicado un primer informe sobre las tortugas marinas en el Mediterráneo en el que emite una batería de medidas y recomendaciones a los gobiernos. Entre las recomendaciones, insta a los responsables públicos a establecer actuaciones, con la mejor protección de zonas de anidamiento, las áreas prioritarias de alimentación e hibernación, la incorporación de los pescadores a las políticas de conservación.
de tortugas marinas a bordo de embarcaciones y reducir la pesca incidental.
El estudio se publica coincidiendo con la observación de nuevos nidos de tortugasde las últimas semanas en Fuengirola (Málaga), Tarragona y Menorca. Ante este hecho, el Centro de Cooperación para el Mediterráneo de la UICN, el Grupo Internacional de Expertos en Tortugas Marinas de esta misma organización y la Sociedad Herpetológica Española han recopilado la información más relevante y actual sobre tortugas marinas en el Mediterráneo.
El informe regional recoge el mapa de las áreas clave para las dos especies reproductoras presentes en la región (tortuga verde y tortuga boba) y muestra las tendencias de reproducción, las zonas de concentración, datos sobre crías, distribución de centros de rescate, evolución de las medidas de conservación y otras especies de tortugas.
Otras de las propuestas del informe de la UICN pasa por reforzar las redes de protección de tortugas marinas tanto para potenciar la investigación sobre estas especies como concienciar a la sociedad sobre sus amenazas y destaca la “importante labor” en la conservación que realizan los centros de rescate de tortugas marinas.
Sin embargo, subraya la distribución “muy desigual” de los casi 40 centros de rescate y primeros auxilios ubicados en la región mediterránea, ya que algunos países de África del Norte y oriental no cuentan con ninguno frente a otros países disponen de varios.
“Proteger las zonas de anidación de las tortugas requiere de una atención y esfuerzo prolongados. Desde la sociedad general, pasando por los profesionales del mar y pescadores hasta los expertos en conservación, investigadores y responsables políticos municipales y estatales, todos los actores implicados deben cooperar como parte de una red sólida, para permitir su supervivencia y futura existencia”, ha explicado el miembro del Grupo Internacional de Especialistas en Tortugas Marinas de la UICN y presidente de la Sociedad Española de Herpetología, Juan Antonio Camiñas.
Por su parte, Catherine Numa, del Programa mediterráneo de Especies de la UICN, ha detallado que algunas de las mayores amenazas que afectan a las tortugas marinas del Mediterráneo son la contaminación causada por el tráfico marino, el desarrollo costero, la perturbación de las zonas de anidación y el cambio climático, por lo que considera necesario reforzar las acciones de conservación existentes e incrementar los esfuerzos para reducir esas amenazas.
En la misma línea, la miembro del Programa Mediterráneo Marino de UICN María del Mar Otero, considera también necesario “involucrar a los pescadores y establecer una cooperación permanente con ellos” para aumentar las posibilidades de supervivencia de las tortugas marinas, reduciendo los enredos en las redes de pesca. Por otro lado, estima que mejorar la efectividad de las Áreas Marinas Protegidas ubicadas en el mar y en países con presencia de áreas importantes de anidación es “fundamental para apoyar los esfuerzos transfronterizos en favor de las tortugas marinas”.
La UICN estima que el Mediterráneo es una región clave para la biodiversidad de las tortugas marinas. Solo dos de las siete tortugas marinas presentes en el Mediterráneo anidan en la región: la tortuga boba (Caretta caretta) y la tortuga verde (Chelonia mydas) actualmente ambas ‘En Peligro’.
La tortuga de caparazón blando (Trionyx triunguis), considerada ‘En Peligro Crítico, también puede llegar a encontrarse en aguas costeras y estuarinas del sur de Turquía y el mar de Levante. La tortuga boba cuenta con zonas de anidación estables que van desde el Mediterráneo central hasta la costa del Mar Levantino, donde se concentra la mayor parte de los 8.000 huevos depositados cada año, si bien en los últimos años se han descubierto nuevas áreas de anidamiento dispersas.
En el caso de la tortuga verde, las playas de anidamiento se concentran en la región más oriental del Mediterráneo, principalmente en Chipre y Turquía, con menor presencia en Egipto, Israel y Líbano, así como algunas islas griegas en el mar de Creta que albergan unos 2200 huevos cada año.
En definitiva, el informe de la UICN manifiesta que los nuevos anidamientos esporádicos de tortugas marinas en playas del Mediterráneo occidental constituyen un “hecho extraordinario que requiere de un renovado esfuerzo de conservación y la participación de la sociedad para evitar perturbaciones”.
Cuba, La Habana. Investigador Titular del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.