Han firmado una carta abierta denunciando las ambiciones de la UE de reintroducir subvenciones “perjudiciales” que están directamente relacionadas con la grave situación que viven actualmente los océanos.
Científicos europeos –y de otras partes del mundo– hacen sonar la alarma sobre cómo la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento quieren gastar el próximo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP). Entre 2021 y 2027, se van a destinar alrededor de siete mil millones de euros de dinero público a la sostenibilidad de los mares y a la economía oceánica. Sin embargo, varios estudios e informes muestran que la gran mayoría del fondo se utiliza en medidas que fomentan la sobrepesca y el declive de los ecosistemas marinos.
La decisión sobre cómo gastar el FEMP tendrá un impacto en la posición de la UE de cara a la negociación de un acuerdo global para poner fin a las subvenciones dañinas a la pesca en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Si la UE no elimina las subvenciones perjudiciales del FEMP, no se logrará un acuerdo en la OMC que se ajuste a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
“Es hora de mirar hacia el futuro y dar pasos importantes que vayan en la misma dirección de las políticas de conservación y gestión de pesca europeas vigentes -apunta Beatriz Barajas, técnica del Programa Marino de SEO/BirdLife-. No es posible que con el estado desfavorable que presenta actualmente nuestra biodiversidad y ecosistemas marinos, tan solo se destine un 5% a su protección. Necesitamos que las palabras se conviertan en acciones hacia la conversión de la pesca sostenible, y que esta sea un sector en auge en los próximos años”.
Para Bruna Campos, responsable de Políticas Marinas de BirdLife Europe, “durante mucho tiempo, el dinero público se ha utilizado para llevar la naturaleza al borde del colapso. La ciencia es fuerte y clara, no podemos seguir haciendo esto. El resto del mundo está dispuesto a no continuar subvencionando acciones que puedan perjudicar más los océanos y, durante un tiempo, la UE estuvo a la vanguardia de esta visión. Sin embargo, al considerar este modelo de subsidio dentro de nuestro territorio, los líderes europeos no solo están dando pasos atrás, sino que están declarando que no tienen interés en proteger los ecosistemas que nos proveen de recursos y servicios a todos”.
Entre los científicos firmantes de la carta se encuentran varios españoles, como Sebastian Villasante (Universdad de Santiago de Compostela), Jose Juan Castro Hernández (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) Francisco Ramírez (CSIC), Marta Cruz Flores (Universidad de Barcelona), José Manuel de los Reyes González(Universidad de Barcelona), Ana Payo (Universidad de Aberdeen), Marcos Portabella (CSIC), Pere Puig(CSIC) Blanca Figuerola (CSIC), Andrés Barbosa (CSIC),Ana I. García-Cervigón (Universidad Rey Juan Carlos), Ana Sanz (Universidad de la Islas Baleares), Ainhoa Bernal (CSIC).
Una carta abierta de los científicos: EMFF
La realidad de la sobrepesca en aguas europeas está bien documentada y la UE debe realizar cambios positivos hacia una gestión eficaz de sus pesquerías. Esto requiere invertir en investigación científica para proporcionar el asesoramiento adecuado y garantizar que las decisiones políticas sean transparentes y se alineen con ese asesoramiento. Sin embargo, en toda la UE (desde el mar Báltico, el mar del Norte, las aguas occidentales, el mar Mediterráneo y el mar Negro) no siempre se sigue el asesoramiento científico, el seguimiento, el control y la vigilancia efectivos de las actividades pesqueras son insuficientes y las poblaciones de peces siguen sufriendo sobrepesca .
Esta degradación de la naturaleza en el mar se ve agravada por la provisión de dinero público a través de subsidios gubernamentales, un problema que los científicos han descrito durante mucho tiempo, incluido el conocido economista del siglo XVIII, Adam Smith. Los subsidios perjudiciales a la pesca son los impulsores clave de la explotación insostenible de nuestras poblaciones de peces en declive y la disminución de las especies marinas. Permiten que las flotas pesqueras operen fuera de límites que, de otro modo, no serían sostenibles, ya sea en términos de la economía de la pesquería o de la sostenibilidad biológica, ya que los barcos pueden continuar pescando a pesar de los menguantes ingresos y recursos. Los subsidios perjudiciales incluyen todas las formas de inversión pública que reducen artificialmente los costos o aumentan las ganancias del sector. En el contexto de la UE, incluyen la construcción, renovación y modernización de embarcaciones, así como la asistencia a los pescadores, los programas de apoyo a los ingresos y los programas de paralización de embarcaciones, cuando no se implementan correctamente, pueden conducir a una explotación excesiva. Sin embargo, algunos tomadores de decisiones todavía cuestionan su impacto.
La UE todavía escapa a una gestión pesquera completamente eficaz en todas sus aguas y, para que sus pesquerías sean sostenibles, deben eliminarse las subvenciones perjudiciales. Un futuro Fondo Europeo de Pesca Marítima (FEMP) podría encabezar esta reforma reorientando las subvenciones perjudiciales hacia el beneficio del medio ambiente oceánico. De hecho, los ciudadanos están pidiendo a los gobiernos de la UE que delimiten el 25% del FEMP para la protección de la naturaleza. Esto podría ayudar a apoyar a las comunidades locales en la cogestión de Áreas Marinas Protegidas, o invertir en tecnologías que ayuden a las industrias a tener un impacto bajo o, por ejemplo, disminuir la captura incidental de delfines, tortugas marinas, aves marinas y tiburones.
Se estima que los contribuyentes gastan 35.400 millones de dólares al año en subsidios a la pesca en todo el mundo, el 63% de los cuales fomentan directamente prácticas insostenibles y destructivas. El Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para la “vida submarina”, el ODS 14, exige explícitamente la eliminación de las subvenciones que contribuyen al exceso de capacidad, la sobrepesca y la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada para 2020.
Sin embargo, la UE continúa proporcionando subsidios pesqueros perjudiciales. Su eliminación y reorientación hacia formas beneficiosas de apoyo ha sido lenta, y la mayor parte de las subvenciones perjudiciales siguen presentes incluso según las estimaciones más conservadoras del actual FEMP. A medida que la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE negocian el nuevo FEMP 2021-2027, es importante que las medidas positivas adoptadas durante los últimos 20 años se desarrollen y no se deshagan rápidamente.
La decisión sobre cómo gastar el FEMP tendrá un impacto en la posición de la UE en la negociación de un acuerdo global para poner fin a las subvenciones dañinas a la pesca en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Si la UE no elimina las subvenciones perjudiciales del FEMP, no se logrará un acuerdo en la OMC que se ajuste a los ODS.
Nosotros, los científicos abajo firmantes, pedimos a los gobiernos de la UE que no reintroduzcan subsidios dañinos en el FEMP y, en cambio, garanticen que estos fondos se redirijan hacia la restauración, protección y conservación de la naturaleza en el mar y garantizando la sostenibilidad a largo plazo de los medios de vida que sustentan nuestros océanos.
Listado completo de científicos que han firmado la carta y carta en inglés.
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