Reciclar es un deber social, pero lamentablemente no sabemos, o no nos interesa

 

Por Gustavo Arencibia Carballo / gustavo@cip.alinet.cu / garen04@gmail.com / Fotos del autor

(publicado el 29 de mayo de 2017)

Sé algún colega me dirá de lo largo del título, pero creo recoge el complejo sentir del reciclaje en la ciudad de La Habana. No hablaré de otras ciudades y poblados que conozco menos, para no ser impreciso o injusto, pero en alguna medida podremos extender este comentario a otros sitios no solo de Cuba.

Hoy La Habana sigue constituyendo un desorden mayúsculo en el NO ordenamiento y limpieza de la basura que genera, y por tanto mucho menos atender al reciclaje de aquello, poco o mucho, que podamos reciclar de manera, lógica, eficaz y para el bien social, aunque muchos se resistan en comprenderlo.

Algunos muchos, miran atrás con desdén, y con delicia al consumismo desenfrenado, pero ese deberá ser otro comentario.

La basura en la calle es un problema acuciante y requiere atención constante, pues  no solamente es ornato público el asunto y obstrucción en la vía, sino un fuerte vector de afectación a la salud pública y que hace transitar gérmenes de todo tipo por las calles, aceras, viviendas y otros soportes hasta alimentos y las personas.

No crean exagero, y que conste no soy en lo absoluto de los que dicen “eso nada más que pasa aquí”, el asunto es pensar un poco y buscar soluciones para que como pueblo seamos mejor cada día.

En los desechos urbanos hay componentes los cuales, pueden ser aprovechados, pero no se hace adecuadamente por falta de interés y/o comprensión de todos, pero en particular de aquellos que como órganos del estado le competen.

Según un reciente estudio de los contenidos de la basura de un conjunto de contenedores en la ciudad de Barcelona se reportan en muestreos de bolsas, que un 94 % de sus contenidos se clasifican como error de desechos, pues pueden ser reciclados.

Estudios e investigaciones de ciudades y zonas costeras hay muchas en la web que pueden ser consultadas, pero este comentario es de nosotros mismos, no de Barcelona, aunque la cito como ejemplo.

Otro tema seria pensar en facilidades para esta clasificación de la basura, que hoy no existe ni en los centros de trabajo. Y hago la salvedad, que me refiero al universo de los que conozco en La Habana.

Hace años se puso en práctica, colocar contenedores en algunas esquinas de los barrios para depositar vidrios como desecho, pero esta práctica hoy es historia. ¿Que nos pasó? Yo pensaba avanzaríamos como lo hemos hecho en tantas otras ramas de las ciencias y de la sociedad.

Por otra parte, como se ha explicado en múltiples publicaciones, los desechos orgánicos de alimentos y las propias podas plantas de jardines y calles de la ciudad, pueden o podrían usarse para compostaje, pero no se hace.

Estos temas son interminables y no podría yo en un simple artículo de opinión cubrir ese universo, pero no deseo terminar sin señalar la necesidad, otra vez imperiosas de pensar en una multa sustantiva y razonada y que cumpla su objetivo para aquellos quienes arrojan basura fuera de los tanques, en cualquier lugar de las calles, que botan escombros en nuestra ciudad, etc. etc. etc.

Ahora que hemos comenzado a caminar hacia el 500 Aniversario de la villa de San Cristóbal de La Habana, valdría la pena pensar detenidamente en esta parte sensible del rostro de la ciudad, de manera que ese número creciente de turistas no comenten en voz baja a modo de comparación, luego de regresar de visitas nuestras provincias “¡que sucia está La Habana!”.
Fuente: http://www.cipnet.cu/vernoticias?cate=MTI5#

Compartir...
Publicado en Artículos.

Cuba, La Habana. Investigador del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *