Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia generada por la enfermedad COVID-19 es que los esfuerzos colectivos son fundamentales para hacerle frente a una amenaza global de esta magnitud. Mientras el brote del virus SARS-Cov-2 sigue expandiéndose por casi todos los países del mundo, la cooperación científica se abre camino creando nuevos circuitos para compartir información y ganarle terreno al coronavirus. El método científico experimenta una acelerada reconversión hacia el acceso abierto u ‘open science’.
El método científico y las instituciones que participan en el proceso de investigación también se adaptan a una nueva rutina impuesta por el COVID-19. ¿Qué quedará después de la pandemia? ¿Logrará este virus redefinir también los estándares internacionales de investigación científica? ¿Se convertirán los avances científicos, como la potencial vacuna frente al virus, en un derecho fundamental de todos los ciudadanos, o seguirá predominando una dinámica de mercado en un contexto como este?
El microbiólogo Kerry Pollard, realiza una extracción manual del coronavirus en los laboratorios del Departamento de Salud de Pensilvania – Imagen: Flickr