Cangrejo utiliza a las anémonas para capturar presas o defenderse.

Los secretos que esconde la naturaleza siempre nos demuestran que la capacidad de adaptación y el instinto de algunos animales los hace capaz de lograr hazañas realmente increíbles.

Los seres vivos tenemos que adaptarnos a nuestro entorno, y no debemos olvidarnos que aunque somos la especie más inteligente, los humanos seguimos sufriendo las consecuencias de desastres naturales sin poder hacer nada al respecto.

A veces, es cuestión de adaptarse o morir, y si no que se lo digan al peculiar cangrejo del que os hablamos hoy.

 

La Lybia tessellata es una especie de cangrejo que habita en los arrecifes de coral de los océanos Índico y Pacífico.

Se alimenta de algas y pequeños crustáceos, pero su morfología natural no es la de un gran depredador, desafortunadamente para él.

Tiene un caparazón o exoesqueleto calcificado que le protege de sus principales depredadores, pero a la hora de cazar y conseguir comida, sus pinzas son pequeñas y no tiene demasiada fuerza.

Es por ello que ha tenido que adaptarse a su entorno, y lo ha hecho de una forma fascinante.

De su ingenio le viene el nombre más común por el que se le conoce: el cangrejo boxeador.

 

Este cangrejo utiliza las espinas de sus pinzas para arrancar y sujetar trozos de anémona, que luego viste como guantes de boxeo.

Como sus pinzas no son lo suficientemente fuertes para defenderse o matar, utiliza el veneno urticante de las anémonas para disuadir a depredadores o capturar presas.

Otro de los nombres que se le atribuye es cangrejo “pom pom”, porque su postura con las anémonas en las pinzas también se asemeja a los pompones de una animadora.

Una vez ha conseguido dos trozos de anémona del tamaño adecuado, el cangreso se sitúa sobre las rocas buscando pequeños crustáceos para llevárselos a la boca.

Cuando ve uno, lo golpea con los “guantes venenosos”, cuya toxina en animales pequeños funciona como una descarga eléctrica letal.

Cuando el cangrejo está vulnerable y o está siendo atacado por un depredador, sus puñetazos envenanados funcionan como una herramienta de disuasión perfecta.

Los animales que viven en los corales han aprendido por las malas que tratar con anémonas es mala idea, y es por ello que la mayoría de especies las evitan a toda costa.

El cangrejo boxeador entró en la Lista Roja de animales en peligro de extinción en 2012, en la que ha permanecido desde entonces como especie amenazada.

Las causas son la desaparición gradual de su hábitat natural, los arrecifes.

Y a pesar de tener un mecanismo de defensa tan vistoso, no deja de ser un cangrejo de apenas 2,5cm, no tienen nada que hacer contra depredarores más grandes que se alimenten de crustáceos.

 

Imagen de Wikipedia

Información de https://www.mundodeportivo.com/urbantecno/

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