Control de los incendios forestales con tecnología ecológica japonesa

Los incendios forestales en los bosques tropicales de América del Sur constituyen un grave
problema. Una empresa japonesa que trabaja con jabones creados con ingredientes naturales
ha desarrollado una espuma antiincendios basada en el jabón ecológico. Las pruebas efectuadas
sobre el terreno con incendios forestales están dando resultados prometedores.

La empresa Shabondama Soap
Co., Ltd., un fabricante de jabón
de la ciudad de Kitakyushu, en la
prefectura de Fukuoka, desarrolló
la primera espuma antiincendios
producida con jabón del mundo en
2007, en colaboración con otros
fabricantes, investigadores académicos y gobiernos locales. Debido a que usa  un tensioactivo de origen natural, la espuma se biodegrada con rapidez.
Y, como el jabón, que es la base de la espuma, se combina con componentes minerales presentes en la naturaleza,  se reduce en gran medida el impacto  medioambiental, incluyendo su efecto en la naturaleza y en el ecosistema.
Otra ventaja es que la cantidad de
agua que se necesita para extinguir el fuego es significativamente menor  que la que se precisa en el caso de usar solo agua.

En 2001 llegó a las oficinas de la
empresa, por sorpresa, una petición para desarrollar un nuevo tipo de  agente extintor de incendios. Desde el gigantesco terremoto de Kobe de
1995, ha existido interés en la idea de desarrollar una espuma antiincendios  que sirva para apagar los fuegos usando una cantidad reducida de agua. Sin  embargo, los tensioactivos a base de petróleo que habitualmente se encuentran en los agentes extintores producen una espuma con baja biodegradabilidad.
Y cuando ese tipo de espuma llega a los ríos y a los campos de arroz, el resultado es una grave pérdida de vida entre los microorganismos del agua y la tierra. Sensible a esas inquietudes  medioambientales, el Departamento de Gestión de Incendios y Desastres de la ciudad de Kitakyushu hizo la solicitud a Shabondama Soap, que ya había  desarrollado y producido un jabón libre de tensioactivos sintéticos, fragancias, colorantes y otros aditivos.

Pero el camino hasta su desarrollo
no ha sido fácil. Con el fin de lograr
un producto que satisficiera una serie  de criterios técnicos, como no causar  la corrosión de los metales, funcionar  con fiabilidad independientemente de las fluctuaciones de temperatura y producir una espuma eficaz, se invitó a participar a un grupo de investigadores de la
Universidad de Kitakyushu. Estos
contribuyeron con más de 800 fórmulas que fueron probadas a lo largo de 7 años.
Aunque tuvo que hacer frente a un
largo período en que no se obtenían  resultados, el presidente de la empresa, MORITA Hayato, no se desanimó. Afirma:
“Tenemos una cultura corporativa que  resiste los reveses”. En 1974, bajo la dirección del padre de Morita, Mitsunori, el anterior presidente, la empresa  abandonó los detergentes sintéticos, pasando a fabricar y comercializar
jabones sin aditivos. Pero el producto  tardaría 17 años en ser rentable. Esa  experiencia, en la que el empresario  actuó con la fuerte convicción de “nunca vender nada que fuera nocivo para la  salud humana o el medio ambiente” y en la que contó con el apoyo de todos los
empleados, incluso en los momentos más
difíciles, es una lección que aún se recuerda.
Actualmente se llevan a cabo pruebas sobre el terreno con la espuma  antiincendios producida con jabón para desarrollar la forma más práctica de llevar su poder superior para combatir incendios y su buen comportamiento
medioambiental a incendios forestales reales en regiones como América del Sur y el Sudeste Asiático. En 2013-2015, en el marco de un proyecto encargado  por la Agencia de Cooperación  Internacional de Japón ( JICA, por sus  siglas en inglés), se llevaron a cabo estudios y test de verificación en  incendios de turberas en Indonesia.
El estudio concluyó que “la espuma  antiincendios producida a partir de  jabón puede ser un agente efectivo para apagar los incendios de las turberas  debido a su gran poder para luchar  contra el fuego y su bajo impacto medioambiental”. Desde 2017, la JICA ha adoptado este agente en un proyecto de investigación para probar su uso a nivel local y Shabondama Soap está tratando de ampliar su uso en un contexto más amplio.

La espuma antiincendio de jabón
puede extinguir incendios usando menos agua, con lo que es útil para hacer frente al frecuente problema de la falta de agua disponible para sofocar las llamas en los incendios forestales. Además, la espuma retiene una alta permeabilidad y ayuda a que la humedad llegue a los rescoldos enterrados en las turberas,  por lo que puede ayudar a extinguir los incendios en turberas que continúan ardiendo bajo tierra. En consecuencia, la espuma promete ser útil contra  diferentes tipos de incendios forestales.


“Si un agente extintor ecológico se hace ampliamente accesible, el medio ambiente natural podrá recuperarse más y eventualmente podrá transmitirse a  la próxima generación. Para mí es como  una misión hacer que nuestra tecnología aporte una enorme contribución  al mundo”, dice Morita con gran  entusiasmo.

 

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Cuba, La Habana. Investigador Titular del Centro de Investigaciones Pesqueras, doctor en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos, y maestro en Ciencias del Agua.

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