Los recursos de uranio existentes son suficientes para apoyar el uso sostenible a largo plazo de la energía nuclear para la generación de electricidad con bajas emisiones de carbono, así como para otros usos, como las aplicaciones de calor industrial y la producción de hidrógeno. Sin embargo, tanto la incidencia en la industria de la actual pandemia de COVID-19 como las reducciones recientemente experimentadas en materia de prospección y producción de uranio podrían influir en los suministros disponibles. Invertir a tiempo en técnicas de extracción y procesamiento innovadoras ayudaría a asegurar que los recursos de uranio lleguen al mercado cuando sean necesarios.
Estas son algunas de las principales conclusiones de la última edición de la publicación Uranium – Resources, Production and Demand, también conocida como el “Libro Rojo”, una referencia mundial esencial que elaboran conjuntamente cada dos años la Agencia para la Energía Nuclear (AEN) de la OCDE y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La edición de 2020 del Libro Rojo presenta el examen más reciente, basado en gran medida en información gubernamental oficial, de los aspectos fundamentales del mercado del uranio y ofrece un perfil estadístico de la industria mundial del uranio. Incluye datos sobre los recursos, la prospección, la producción y las existencias de uranio, así como 45 informes nacionales en los que se proporciona información detallada sobre los planes para la apertura de minas, la situación en cuanto a los aspectos ambientales y sociales relacionados con la extracción de uranio y los reglamentos y las políticas nacionales.
De la lectura del Libro Rojo se desprende que, aunque los recursos mundiales de uranio han aumentado, lo han hecho de forma más modesta que en años anteriores. A 1 de enero de 2019, los recursos convencionales de uranio conocidos ascendían en todo el mundo a 8 070 400 toneladas de uranio metálico (t U). Esta cantidad incluye el conjunto de los recursos de uranio razonablemente asegurados y deducidos que podrían recuperarse a un precio de mercado que oscila entre los 40 y los 260 dólares de los Estados Unidos/kg U (es decir, entre 15 y 100 dólares/lb U3O8). En comparación con el total comunicado en la edición de 2018, el aumento es únicamente del 1 %. Una pequeña parte de los cambios globales en los recursos conocidos se refiere a nuevos descubrimientos. La base de recursos de uranio podría aumentar con la incorporación de recursos aún no descubiertos o no convencionales, como el uranio de las rocas fosfóricas.
Siguiendo la tendencia a la baja que lleva años observándose, el gasto nacional a escala mundial en materia de prospección y explotación de minas disminuyó hasta unos 500 millones de dólares en 2018, lo que supone un descenso significativo con respecto a la cifra de 2014, a saber, 2000 millones de dólares. Si bien no se prevé que esa tendencia provoque escasez de uranio, podría augurar problemas a más largo plazo en los mercados.
Entre 2017 y 2018, la producción mundial de las minas de uranio cayó un 10,8 % debido a los recortes de producción resultantes de las deficientes condiciones del mercado, para aumentar ligeramente en un 1 % en 2019, hasta alcanzar las 54 224 t U. Además, los recortes previstos en la producción de uranio a principios de 2020 se agravaron con el inicio de la pandemia de COVID-19, y sus efectos podrían sentirse durante 2021 y en años posteriores.
Mientras que algunos productores de uranio redujeron las actividades en algunas instalaciones, otros optaron por interrumpirlas hasta que las condiciones del mercado mejoraran lo suficiente para justificar la reapertura. En la edición de 2020 del Libro Rojo se examinan por vez primera los recursos y la capacidad de producción anual de estas instalaciones que han suspendido temporalmente sus operaciones, denominadas “minas ociosas”. Asimismo, se plantea que la capacidad de producción anual podría aumentar con relativa rapidez si estas instalaciones reanudan la actividad en caso de que mejoren las condiciones del mercado.
El Libro Rojo también incluye proyecciones de las necesidades de uranio para la generación de energía nucleoeléctrica hasta 2040, así como una evaluación exhaustiva de la relación entre la oferta y la demanda de uranio. Según cómo evolucione el sector de la energía nuclear, las necesidades de uranio relacionadas con los reactores podrían oscilar entre las 56 640 t U/año en un escenario de baja demanda y las 100 224 t U/año en un escenario de alta demanda para 2040. Mientras que las proyecciones en términos de capacidad nuclear varían considerablemente de una región a otra, las previsiones indican que la región de Asia Oriental será la que registre el mayor aumento tanto en lo relativo al sector nuclear como a las necesidades de uranio
Teniendo en cuenta estas proyecciones, la base de recursos de uranio que se describe en el Libro Rojo es más que suficiente para atender la demanda de uranio en los escenarios de baja y alta demanda hasta 2040 y años posteriores. En el caso del escenario de alta demanda, dar respuesta a las necesidades hasta 2040 supondría utilizar alrededor del 28 % del total de la base de recursos conocidos en 2019 recuperables a un costo de < 130 dólares/kg U (50 dólares/lb U3O8) y el 87 % de los recursos conocidos disponibles a un costo de < 80 dólares/kg U (30 dólares/lb U3O8). Los suministros futuros se beneficiarían de las oportunas actividades de investigación e innovación para seguir mejorando la prospección del uranio y desarrollar nuevas técnicas de extracción más rentables. Apuntalar el mercado será clave para lograr la inversión industrial necesaria que permita desarrollar y desplegar nuevas tecnologías.
Notas para los editores
La Agencia para la Energía Nuclear (AEN) es un organismo intergubernamental que opera en el marco de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Facilita la cooperación entre los países con infraestructuras de tecnología nuclear avanzadas para que alcancen la excelencia en la seguridad, la tecnología y la ciencia nucleares, las cuestiones ambientales y económicas conexas y el derecho.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) es el principal foro mundial intergubernamental de cooperación científica y técnica en la esfera nuclear. Trabaja en favor de los usos pacíficos y tecnológica y físicamente seguros de la ciencia y la tecnología nucleares, contribuyendo así a la paz y la seguridad internacionales y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
El Grupo Mixto AEN/OIEA del Uranio es el encargado de preparar cada edición de Uranium – Resources, Production and Demand. Asimismo, coordina la preparación de evaluaciones periódicas de los suministros mundiales de uranio natural, examina la relación entre esas existencias y las proyecciones de la demanda y recomienda las medidas que podrían adoptarse para garantizar un suministro adecuado de uranio a largo plazo para el desarrollo de la energía nucleoeléctrica.