
La intoxicación por toxinas marinas es un riesgo poco reconocido en los viajeros, pero en algunos países, especialmente en los trópicos y subtrópicos, existen especies de peces y mariscos que pueden contener toxinas. Característicamente y en general, estas toxinas resisten tanto el cocinado como la congelación y los métodos de conserva. No afectan al olor o gusto del alimento, por lo que no se aprecian al comer.
1.- La CIGUATERA es consecuencia de comer pescado de arrecifes de coral contaminado (mero, barracuda, morena, lubina, pez limón, pargo rojo…). Los pescados se contaminan cuando ingieren pequeños organismos marinos (dinoflagelados) que crecen en los arrecifes de coral y que producen “ciguatoxina”. Se da por lo general entre las latitudes de 35 ° N y 35 ° S, y es particularmente común en los océanos Pacífico e Índico y el Mar Caribe.




